Medicina hiperbárica

 

Medicina hiperbárica, también conocida como Terapia con oxígeno hiperbárico es el uso médico del oxígeno a presiones por encima de la presión atmosférica.

Usos

Algunos de los principios terapéuticos de los que hace uso la medicina hiperbárica son:

  • El incremento de la presión del entorno es de utilidad en el tratamiento del síndrome de descompresión que afecta, por ejemplo, a los submarinistas al subir a la superficie.
  • Bajo numerosas condiciones, el principio terapéutico de la medicina hiperbárica reside en el incremento de la presión parcial del oxígeno en los tejidos. La presión parcial de oxígeno alcanzable mediante ésta terapia es muy superior a la que se conseguiría respirando oxígeno puro en condiciones normobáricas (es decir, a presión atmosférica).
  • Un efecto asociado es el incremento de capacidad de transporte de oxígeno de la sangre. En condiciones de presión atmosférica el transporte de oxígeno está limitado por la capacidad de la hemoglobina de los glóbulos rojos para ligarse con el oxígeno, siendo muy pequeña la cantidad de oxígeno transportada por el plasma sanguíneo. La hemoglobina se encuentra ya prácticamente saturada de oxígeno en condiciones normales, por lo que no hay ganancia en este aspecto, pero el oxígeno transportado por el plasma en condiciones hiperbáricas se incrementa notablemente.

Uno de los primeros estudios sobre los efectos en el organismo del oxígeno a presiones hiperbáricas e hipobáricas fue el llevado a cabo por el fisiólogo francés Paul Bert a finales del Siglo XIX, que dio nombre a lo que se conoce como Efecto de Paul Bert. El uso de la medicina hiperbárica es actualmente un tema controvertido en la sociedad médica y sus indicaciones terapéuticas están sometidas a debate.

En España, existe desde 1988 un Comité Coordinador de Centros de Medicina Hiperbárica.

La Ley de Buceo de 14/10/1997 regula en España la utilización de las cámaras hiperbáricas.

Cámaras hiperbáricas

La terapia de administración de oxígeno en cámaras hiperbáricas es una modalidad de la oxigenoterapia en la que se utiliza un ambiente especial para su aplicación donde se crea una presión por encima de la atmosférica.

La cámara hiperbárica tradicional es un contenedor a presión, con una cubierta resistente que le permite alcanzar presiones absolutas de hasta 600 Kilo pascales en el interior, es decir, unas 6 veces la presión atmosférica.

Este tipo de cámara es la más comúnmente utilizada en hospitales y por asociaciones de submarinismo. En cuanto al tamaño, existen desde pequeñas cámaras fáciles de transportar y en las que puede tratarse a una persona hasta grandes cámaras fijas para el tratamiento conjunto de ocho o más pacientes.

 

Descripción

La cámara hiperbárica consiste en un cilindro metálico a cuyo interior se accede por una puerta que se cierra herméticamente. Una vez que el paciente está dentro, se introduce en ella aire mediante unos compresores cuya finalidad es elevar la presión, al mismo tiempo que se administra al paciente oxígeno mediante unas mascarilla especiales para tal efecto. Los elementos presentes habitualmente en este tipo de cámaras son:

  • Válvula de presión, generalmente realizada en acero y aluminio con ventanas u ojos de buey en metacrilato transparente para iluminación exterior
  • Una o varias puertas con cerrojo, que suelen ser circulares y deben permitir al menos la entrada de un paciente en camilla.
  • Zona de seguridad donde pueda entrar un hombre, es decir, una cámara separada con dos puertas con cerrojo, una que permite la salida al exterior y la otra que da acceso a la cámara principal. Esta zona puede ser presurizada y despresurizada independientemente, lo que permite la entrada y salida de los pacientes o el personal mientras la cámara principal permanece presurizada.
  • Filtro de dióxido de carbono, suele consistir en un ventilador que hace pasar el gas de la cámara por un tubo con cal sodada.

 

 
 

Además es habitual en las cámaras más modernas disponer de :

  • Circuito cerrado de televisión que permite al personal médico hacer un seguimiento del paciente desde el exterior de la cámara.
  • Un intercomunicador que permita la comunicación bidireccional entre el interior y el exterior de la cámara.
  • Panel de control automático de las válvulas para meter o sacar el gas del interior de la cámara y mantener la presión.

 

Bases de la terapéutica

En el interior de la cámara hiperbárica se crea una situación comparable, por cuanto respecta a las variaciones de la presión ambiental, a aquella en la que se encuentra un submarinista en el curso de una inmersión, con la diferencia marcada de que en el caso de la cámara hiperbárica, las distintas condiciones de presión presentadas se consiguen en seco. El desarrollo de la tecnología y de la terapia hiperbárica debe mucho a los estudios relacionados con la fisiopatología y la clínica del submarinismo. Una persona que respira el aire de sus tanques de oxígeno a determinadas profundidades debe subir a la superficie marina con precaución, pues la mayor presión ambiental determina un incremento de la cantidad de gas presente en su organismo. La eliminación del exceso de gas puede producirse con una vuelta a la presión normal lenta y gradual, indicada en tablas especiales llamadas de descompresión. Quienes no respetan tales reglas corren el riesgo de desarrollar la enfermedad de descompresión, así como una embolia gaseosa traumática. La primera consiste en la formación de pequeñas burbujas de aire en las arterias y en las venas, las cuales se pueden ocluir y determinar graves lesiones tisulares; la segunda es una laceración del pulmón causada por una caída repentina de la presión ambiental y por la consiguiente expansión de los gases presentes en las vías aéreas. En tal situación, la cámara hiperbárica constituye el medio terapéutico ideal, ya que incrementando la presión, se logra reducir tanto el tamaño de las burbujas de aire circulantes en sangre como el volumen del aire contenido en el aparato respiratorio.

Asociación presión-oxígeno

Cuando se asocia la inhalación de oxígeno a un aumento de la presión en el interior de la cámara hiperbárica, se obtienen efectos beneficiosos sobre los tejidos hipóxicos. Aunque respirando oxígeno a una presión superior a la atmosférica la cantidad de este gas que se liga a la hemoglobina no varíe considerablemente, sí aumenta en gran medida el porcentaje que se disuelve directamente en el plasma. De este modo, un incremento de una atmósfera de presión en el interior de la cámara hiperbárica supone la disolución de otros 2 mm. de oxígeno por 100 mm. de plasma.

Indicaciones

Los principales componentes de la acción terapéutica de la oxigenoterapia hiperbárica son dos:

  • En primer lugar, garantizar el transporte de oxígeno a los tejidos incluso cuando la hemoglobina y los glóbulos rojos no se encuentren en condiciones de hacerlo, como ocurre en el curso de situaciones de anemia o de intoxicaciones por gases como el monóxido de carbono (CO).
  • En segundo lugar, se trata de favorecer la difusión del oxígeno de los capilares a las células, donde por cualquier causa exista una disminuida perfusión sanguínea. Por consiguiente, la oxigenaterapia hiperbárica está también indicada en todas aquellas patologías en las que exista hipoxia tisular. A este grupo pertenecen patologías como:
  • La intoxicación por monóxido de carbono.
  • Gangrena gaseosa.
  • Gangrena causada por diabetes
  • Determinadas infecciones de los tejidos blancos.

Otras aplicaciones

Existen testimonios científicos de la influencia positiva del oxígeno hiperbárico en relación a los procesos de reparación de los tejidos lesionados, con especial referencia al tejido óseo y al cutáneo, especialmente después de quemaduras o trasplantes. En otras formas clínicas, la oxigenoterapia hiperbárica puede conducir a la curación al reactivar procesos metabólicos deficitarios.

Asociado a otros tratamientos, la oxigenoterapia hiperbárica representa una ayuda valiosísima en las siguientes condiciones:

  • Insuficiencia arterial periférica.
  • Tratamientos pre y postoperatorios en cirugía ortopédica.
  • Tratamientos pre y postoperatorios en cirugía vascular.
  • Osteomielitis.
  • Osteoporosis.
  • Formas neurológicas.
  • Ciertas afecciones de origen autoinmunitario.

Advertencias especiales

Gran parte del estímulo que ayuda a mantener la ventilación durante la hipoxia proviene de la estimulación de los quimiorreceptores aórticos y carotídeos. La falta de oxígeno en la anoxia crónica, se convierte en un estímulo mucho más poderoso de la respiración que en estado normal, y en ocasiones se incrementa la ventilación pulmonar hasta cinco o siete veces. Por lo tanto, en la oxigenoterapia el alivio de la anoxia suele hacer que la ventilación pulmonar se halle disminuida hasta alcanzar valores de hipercapnia mortal. Por tal motivo, en la anoxia por hipoventilación, a veces la oxigenoterapia se halla contraindicada, sobre todo en condiciones que por lo demás tienden a provocar hipercapnia, como la proporción desigual de ventilación-perfusión o la depresión de actividad del centro respiratorio.

En la hipoxia por utilización tisular inadecuada del oxígeno, dado que no existe anomalía de la captación de oxígeno por los pulmones, ni del transporte del mismo hacia los tejidos, está contraindicada la oxigenoterapia. Lo que ocurre es que los tejidos simplemente necesitan más oxígeno del que puede llegarles o del que las enzimas pueden llegar a necesitar.

Consideraciones especiales

A diferencia de la oxigenoterapia normobárica, la terapia de oxígeno hiperbárico debe hacerse bajo los conocimientos de un especialista versado en este método. La supervisión debe ser constante para evitar riesgos derivados de la técnica. Es imperativo que se haga bajo indicaciones de tratamiento específico y referidos por un especialista. La cámaras hiperbáricas regularmente se encuentran en salones especiales en el área de especialidades de los hospitales o clínicas. Los infectólogos y los neumólogos son quienes refieren a los pacientes para que se sometan a este tipo de terapia. regularmente cada hospital tiene una serie de dos o tres cámaras hiperbáricas para cubrir las necesidades de pacientes que así lo requieran. Los especialistas darán las instrucciones al paciente antes del uso de la cámara y una serie de órdenes cuando termine la sesión.

 

 

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